Su etiología no está clara y resulta de la interacción de factores genéticos, ambientales y una respuesta inmune alterada que dan lugar al desarrollo de la enfermedad.

Puede afectar a pacientes de cualquier edad aunque existen dos rangos de edad en que su diagnóstico es más frecuente, en pacientes jóvenes entre 15-35 años y por encima de los 60 años.

Las manifestaciones más comunes son la presencia de diarrea con sangre. A esto se asocia en la afectación rectal la presencia de tenesmo, pujos y/o urgencia defecatoria. Si la afectación es extensa y en los cuadros de mayor gravedad puede haber dolor abdominal importante, fiebre y afectación del estado general.

En la CU a veces se asocian también síntomas derivados de la afectación de otros órganos fuera del colon como síntomas cutáneos, articulares y /o oculares.

Es la realización de una COLONOSCOPIA lo que nos dará el diagnostico definitivo con el hallazgo de las lesiones típicas endoscópicas en la mucosa, nos permite la toma de biopsias así como conocer la extensión de la enfermedad.

Los objetivos fundamentales del tratamiento son logran la remisión de los brotes y evitar las recidivas utilizando para ellos tratamientos eficaces que conlleven la menor toxicidad posible y todo ello con un objetivo final que es mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta patología.

Existen numerosos fármacos eficaces para su control, y la elección del tratamiento va a depender de la extensión y severidad de la enfermedad. El equipo médico de nuestra Unidad tiene una larga experiencia en el manejo de esta patología y sus tratamientos así como de las novedades terapéuticas que van surgiendo con el fin de ofrecer a cada paciente la mejor opción.

Dentro de la labor investigadora de la Unidad también participamos en ensayos clínicos brindando la oportunidad a los pacientes que cumplan los requisitos de acceder a terapias prometedoras todavía no aprobadas.